
La República Islámica de Irán tuvo una relación complicada con las mascotas durante los años, pero en este momento reta de manera directa su prohibición, teniendo en cuenta que animales como perros y gatos son «peligrosos» e «inmundos».
«Los animales están ocasionando un cambio gradual en la forma de vida iraní e islámica y están sustituyendo el cariño y los lazos sentimentales entre la gente por los de los animales», se lee en un emprendimiento de ley enviado este mes al parlamento iraní.
El plan de la “Ley de Protección Pública contra los Animales Peligrosos y Dañinos” plantean la prohibición de “la importación, crianza, reproducción y venta de animales peligrosos y sucios», además de su presencia en lugares públicos.
Los animales peligrosos que se citan son: tortugas, serpientes, cocodrilos, camaleones, monos y ratas.
Pero también están los mas comunes como perros, gatos, conejos y hamsters.
De aprobarse el texto, esas acciones se multiplicarían por 10 a 30 veces el salario mínimo del país y el decomiso de animales.
La Ley permite que algunas organizaciones, como la Policía, los Laboratorios Farmacéuticos y las Fuerzas Armadas, entre otras, tengan animales.
Se establece que una persona que quiera un perro o un gato puede solicitar un permiso especial a la oficina de impuestos de cada provincia, que «investigará» las reclamaciones.
Los 75 parlamentarios, de un total de 295 en el Parlamento, que introdujeron la ley dicen que los animales transmiten enfermedades, «crean impurezas», causan «daños psicológicos», «estrés» y «dañan el espíritu de las personas», entre otros. .problemas
La saliva, Y sucede que el Islam cree que los perros, el más destacable amigo del hombre en algunos lugares, son animales inmundos. Es un «no infaltante» para esta religión, oséa, su contacto deja al musulmán en un estado de impureza que le impide hacer sus ritos religiosos.
el sudor y el pelo de los perros «ensucian» a las personas e incitan que la oración «no sea valedero», fue la opinión del líder supremo de Irán, Ali Jameneí.
Por otra parte, el fallecido ayatolá Ruholá Jomeiní, creador de la República Islámica, afirmó incluso en los años 80 que si en un edificio o terreno en construcción donde orine o pase un perro será inmundo.
Más allá de ello, en las ubicaciones urbanas más modernos, como los barrios del norte de Teherán más acomodados, ha incrementado el número de ciudadanos paseando a sus mascotas en los últimos años.
Ese aumento de perros y gatos en las calles ha generado choques entre la alcaldía de la capital iraní y los amantes de los caninos con las autoridades tratando de evitar que se saquen mascotas a pasear, aunque que no existan leyes que lo prohíban por el momento.
La respuesta a la legislación propuesta oscila entre la aprobación de los más conservadores al enfado de los menos religiosos o la ironía.
“En mi criterio no posee ninguna lógica”, dice a Efe Maryam Talaí, activista que protege los derechos de los animales y dueña de una fundación para perros en Teherán.
“No entiendo porque un grupo de parlamentarios invierten su tiempo y el dinero de la gente para tratar ese tema en vez de enfocarse en solucionar los verdaderos problemas que atraviesa el país”, continúa.
La actriz Hanieh Tavassoli optó por el sarcasmo con una foto de su gato en Instagram con la dedicatoria “mi peligroso cariño” refiriendose al tema de la legislación. El articulo ya tiene bastante más de 60.000 “me gusta” y ocasionó 1.500 comentarios. Y la Organización de Veterinarios calificó la ley de anti-animalista.
“El texto de la ley es antianimalista y va mucho más allá de costumbres y las leyes religiosas”, afirmo la asociación