
Y nada tiene que ver con gestos excepcionales, sino con algunas conductas, hábitos y comportamientos, que realizamos a diario:
Apretar sus cachetes. Cogerles los cachetes no es algo que les guste a los perros, debido ha que bloquea su movilidad y sus sentidos principales. Además, si se les tocan los bigotes es mucho peor, ya que se ponen muy nerviosos.
El orden y la limpieza de la casa. Los canes son muy sensibles a los fuertes olores, por lo cual no es para nada extraño que lo pasen muy mal con el ámbito que generan los productos de limpieza. De igual manera, tampoco tus perfumes y colonias les agrada. Ellos prefieren mil veces tu olor natural.
Soplarles. todos los que tenemos una mascota ya sabemos que a los perros no les gusta que les soplen, y mucho menos a la nariz o las orejas. Pero esto, no es impedimento para que muchos propietarios de una mascota canina repitan este molesto comportamiento.
Los abrazos. La gran mayoría de los peludos han aprendido a tolerar estas muestras de cariño pero esto no significa que les agrade. De hecho, les hace sentirse incomodos e inmóviles, atrapados, dominados y sometidos, por lo que no es de extrañar que odien estas expresiones que a ti tanto te encantan. Mucho menos las palmaditas en la cabeza.
Bañarles. Los ponemos en espacios reducidos y con poca movilidad, les empapamos de arriba abajo y como si esto fuera poco les aplicamos jabón, perfumes, productos para desparasitarles… No es para nada extraño que la gran mayoría de perros odien el día del baño.
Los collares. A los perros no les agrada para nada por estas razones, pero principalmente porque les dificulta la exploración y olfateo, las dos aficiones preferidas. Tampoco les gusta llevar la correa tirante, ya que esto les provoca un aumento en el nivel de estrés, excitación y frustración.
Que te ausentes. En las mañanas, cuando sales para irte a trabajar, a estudiar, a llevar a cabo recados… un vacío interior se apropia de tu perro, que sabe que no te va a ver a lo largo de numerosas horas. Éste es otro instante que tu mascota odia enormemente.
Cortarles las uñas. Pueda que exista una excepción, pero casi todos los perros odian que les corten las uñas. La causa es que sus patas son muy sensibles, por lo que este proceso resulta para ellos algo muy desagradable.
Jugar con su comida. Llevarles la comida hasta el hocico y no dársela no hace ninguna gracia a los perros. Y mucho menos n que intentes engañarle cuando le das una galleta, haciendo amagos y quitándosela cuando está a punto de comerla.
Tocarles las plantas de las patas. las patas de los perros son muy sensibles, pero mucho más lo son sus plantas de los pies. Además de sentir cosquilla, tocárselas puede llegar a ser muy incómodo.