
Casi todas las mascotas, suelen ser animales provenientes de manadas y los perros, tienen esta condición, por ello, es necesario que se les entrene muy bien, para que puedan acatar normas y órdenes en su rutina diaria, mejorando su comportamiento y evitando así, que puedan generarse situaciones extremas o de riesgo, en las personas que los rodean e incluso de los propios canes.
Reconocer al líder
Es vital que los perros reconozcan al dueño cómo su verdadero líder, atendiendo a las solicitudes que este les demande. De esta forma, será mucho más fácil y sencillo, que la mascota mantenga un comportamiento de obediencia y tranquilidad. También esto permite, que se comporte adecuadamente ante algún otro miembro de la casa, incluso con otros perros, mascotas o personas externas; y así el amo puede mantener el control total, ante cualquier situación de agresividad, producto del instinto natural de protección de los canes.
Para aprender a controlar tu perro de manera fácil y segura, además de mantenerlo tranquilo, es necesario observar algunos comportamientos que indiquen signos dominantes. Para ello es vital considerar darle un buen entrenamiento.
Existen algunos pasos básicos, para considerar el entrenamiento y tratar el comportamiento dominante de un perro, entre los cinco principales están:
- Mantener una buena educación
Al aplicar refuerzos positivos, ante una conducta dominante, se logra, formar a los cachorros correctamente, lo cual debe ir acompañado de premios por sus avances, con obsequios, caricias o palabras de elogio, sin aplicar castigos ni violencia, ya que esto no ayuda positivamente en su manera de ser.
- Relación sana con su entorno
Cuando un perro está completamente entrenado, se comporta correctamente, al socializarse con otros caminos o animales, con personas, lugares, sonidos, ambientes, situaciones, entre otros, se puede adaptar perfectamente a dichas realidades. Esa socialización le permitirá mantenerse en sana convivencia, incluso al encontrarse con otros de su especie.
- Mantener su control alimenticio
La rutina de alimentación de un perro, debe estar equilibrada de acuerdo a su raza, tamaño, edad y peso, atendiendo indicaciones de los profesionales veterinarios, para suministrarle la dosis diaria que necesitan, demostrándole con ello al perro, quién debe llevar el control de la alimentación, para no acceder ante reclamos de gruñidos del can, solicitando comidas extras. Es una forma de decirle quién mantiene el control de la situación, también es importante, qué que se le ofrezca la comida al perro después que los humanos, para hacerle entender quién está por encima en la manada.
- Reconocer la posición dominante
Es esencial reconocer aquellas actitudes dominantes del perro o con tendencia a la agresividad, eso permite corregir cualquier característica o acción del perro al querer, colocarse por encima de su amo. Algunos comportamientos que pueden ayudar a identificar a un perro dominante, tienen que ver con su mirada desafiante, la forma de no obedecer órdenes, su sobre protección con objetos de su pertenencia, el marcaje con la orina, cuando ladra manera feroz, a quien se le acerque, lanzarse encima las personas, enfadarse e ir adelante cuando se le coloca la correa, gruñir, ladrar para exigir, negar a moverse cuando se lo pide.
- Darle el lugar que le corresponde
Es importante dejarle claro al perro quién es el amo y su ubicación como animal, porque a pesar del cariño que se le pueda dar a la mascota, en muchas ocasiones las conductas feroces, pueden ocasionar tendencia hacia la manipulación y violencia ante las personas. Por ello, se debe evitar, reforzar algún carácter dominante del perro y aunque, es muy importante amarlos, no se debe olvidar su naturaleza canina, dándole la adecuada atención y enseñanza, evitando la humanización de ciertos comportamientos en las mascotas, lo cual no es para nada sano, ni para el perro, ni para los amos.
Un entrenamiento básico
Enséñale ciertos códigos o símbolos al perro, para que al observarlos permitan, que puedan prestarle la atención debida al amo, con ciertos movimientos de las manos, manejo de la cuerda entre otros, que puedan captar la atención, ayudan a enseñarle progresivamente al perro, ciertas conductas. Si logras que el perro te mire y fije la atención a tus ojos, ante cualquier orden o “comando”, como: mira, busca y otros, repetidas veces, el can habrá aprendido sus lecciones.